jueves, 18 de abril de 2013

Enseñanzas de un viaje escolar a Cherán durante su segundo aniversario como Municipio Autónomo Purépecha


Aprendizajes de un viaje a un Municipio Autónomo que se rige por un poder colectivo votado por una ciudadanía participativa 


Ciudad de México, 18 de abril de 2013

Se me olvidaba, aprendimos algo más durante nuestro viaje a Cherán. 
En Cherán todas las personas, mujeres y hombres, que participaron de manera destacada en el levantamiento hace dos años, acordaron no postularse para cargos en el gobierno colectivo que hoy tutela el municipio autónomo. No participan del Consejo Mayor de las y los keri, ni en el Consejo de Bienes Comunales.  Los que tuvieron un papel destacado en el levantamiento (las mujeres que lo iniciaron, los jóvenes que acudieron de inmediato a su llamado, los hombres que finalmente actuaron), no tienen cargos hoy. Esto para no convertirse en un "líder" (caudillo/a), es decir para no convertirse en un profesional del poder y no perpetuarse en el derecho a tener "cargos", aunque sean diversos al sucederse unos a otros.
Cada vez que escuché la crítica al liderazgo (el ser "líderes", pues) en boca de las compañeras indígenas me estremecí de placer, lo confieso. Al principio pensaba que eran como yo reacias al poder instituido. No, se trata que ellas visualizan de otra forma la responsabilidad de servir políticamente a la colectividad.
Las ONGs feministas vía la cooperación internacional (casi siempre pagada por un partido, un gobierno o una institución internacional) quieren educar a las mujeres con capacidades de dirección y organización social y colectiva para convertirlas en líderes (¡les dan escuelas de liderazgo!).  Qué violencia, qué vergonzosa violencia.
Me explico: la de educar a ser alguien que la propia comunidad no ha pensado necesario ser, y que por lo tanto no se tiene interiorizado como un positivo ser para sí y para las demás personas, es una violencia educativa y epistémica espantosa, una suerte de occidentalización forzosa llevada a cabo por las feministas de las ONGs contra el derecho de las mujeres de los pueblos indígenas a vivir desde sus formas y conocimientos el propio  proceso de liberación como mujeres:  el liderazgo es la negación del trabajo colectivo, es la construcción de una jerarquía que ellas rechazan profundamente. 
Mi propia práctica feminista autónoma rechaza este tipo de actos de violencia de mujeres contra mujeres.
En Cherán vimos en acto qué significa NO convertirse en líder para mantenerse en la democracia participativa: implica no aceptar cargos que se deriven de acciones precedentes y no del reconocimiento colectivo a la propia capacidad de discernimiento. La revolución mexicana enseña que un buen general puede ser un pésimo político, corrupto y tendencialmente tan autoritario como el dictador que ayudó a derrocar con las armas. Evitarlo exige que una/o no se presente a pedir un cargo. Implica NO constituirse en parte de una "clase política"
Me pareció una excelente enseñanza
Francesca Gargallo

Ciudad de México, 17 de abril de 2013

A las compañeras del Seminario y de la Administración de la UACM que nos ayudó con el transporte|

El viaje a Cherán nos ha dejado muchas enseñanzas y emociones. Tuvimos clases de hecho durante más de 16 horas al día. Aprendimos qué es una controversia constitucional para la defensa del derecho al gobierno autónomo de un pueblo indígena; aprendimos cómo se organiza colectivamente la defensa y recuperación de los bosques; aprendimos cómo se pide y por qué es indispensable pedir la reaparición de las personas desaparecidas y el juicio por asesinato de las y los comuneros que fueron masacrados en los últimos años sea por los delincuentes sea por la impunidad en que los dejaron las autoridades. Todo ello para futuras defensoras/es de los Derechos Humanos es indispensable.
Empezamos a entender qué significa el Convenio 169 de la OIT en los hechos.
Hablamos con las mujeres que iniciaron el movimiento y cuáles fueron los móviles de su acción: una mezcla de amor a su bosque, parte integrante de su sentir nacional en cuanto su "territorio" (no sólo tierra, sino tierra, aire, espíritu, agua y lo que producen en común con las mujeres y hombres), con una parte de orgullo ("no soportábamos que se rieran de nosotros diciendo que los de Cherán se dejan hacer de todo"), una parte de miedo a la violación y el rapto de las mujeres (cosa que, sin embargo, decidieron en colectivo no denunciar), una parte de miedo por sus hombres, maridos e hijos que iban a cultivar donde la delincuencia organizada talaba el bosque.
Conocimos la organización de las guardias forestales y del Rondín Comunitario (que no policía comunitaria, porque la ronda era parte de la tradición del pueblo purépecha).
Conocimos la bandera purépecha, en cuatro partes como los cuatro rumbos, cada uno con su color y como los 4 barrios de Cherán que se reunieron para votar sus tres representantes que en común suman los 12 miembros del Consejo Mayor o Consejo de los Keris (algo así como las personas que merecen respeto). Del Consejo Mayor sólo una es mujer, pero después del diálogo con algunas compañeras de nuestro seminario en una de las fogatas en las que estuvimos de noche el día 14, una más decidió que se presentaría como representante: lo dialogó antes con su marido.
Aprendimos que el sentido de la fiesta es el encuentro y que para el encuentro la generosidad de las y los anfitriones es garantía de continuidad. La fiesta se traduce en relaciones inter (entre) nacionales: vimos representantes de las naciones  zapoteca, ñañú, chinanteca, wirrarica, nahua, y nosotras/os las mestizas/os, asistir a la fiesta, divertirnos, conocernos e irnos con reconocimientos y responsabilidades.
Salimos con el compromiso de difundir lo que vimos y de analizar qué significa un estado plurinacional, como es el de México en realidad. Asimismo vimos que tenemos la obligación de analizar los aportes políticos, de organización social, que el pueblo purépecha ofrece al mundo de la política en general.
Por supuesto nos enteramos también de cosas terribles: cerca Apatzingán el martes pasado (7 de abril) hubo una masacre por parte del grupo de la delincuencia organizada (uno de los así llamados "Cárteles del Narco") "Los Templarios". Estos dispararon a mansalva, escondidos debajo de un puente, y mataron a 25 personas, niñas, niños, ancianas/os, hombres, mujeres, que estaban yendo a pedir al gobernador de Michoacán apoyo para cortar y comercializar los limones que su comunidad cultiva y que la delincuencia organizada pretende controlar. Es tan fuerte la presencia de Los Templarios que en esos pueblos se ha organizado una policía comunitaria, sin vínculo con una forma organizativa indígena u originaria, pues en esa comunidad son mestizos. Las comunidades mestizas de esa zona hoy se están muriendo de hambre por la presencia de los delincuentes organizados: nos piden que les llevemos comida.
Los que fuimos, 17, éramos tanto compañeras/os inscritos en la maestría como las y los compañeras que participan del seminario desde la sociedad civil y otras universidades. Todas y todos miembros del seminario, aunque sin derecho al seguro del que gozan las y los estudiantes de la UACM.
La verdad es que hubiéramos debido estar todas/os. No saben qué gusto es para una maestra tener un viaje de la calidad académica como el que tuvimos.
Francesca Gargallo


Ciudad de México, 16 de abril de 2013
Sí, medio traqueteadxs de cansancio pisamos tierra chilanga, Norminha.           
Traemos un resto de historias. Fue muy importante lo que nos tocó vivir. Tenemos el encargo de hacer saber lo que se vive en Cherán. Tuvimos una mañana reunidxs con las mujeres de Cherán para que nos platicaran sus historias, también escuchamos las de otros compañeros que vienen trabajando en la comunidad. Escuchamos conferencias de otros pueblos en movimiento y también de abogadxs de Cherán. Supimos del hambre que pasaron durante el primer año del levantamiento y de la solidaridad de los pueblos vecinos que empezó a llegarles. También supimos quiénes son "los malos". Conocimos cómo se organizan como comunidad autónoma y el precedente que están sentando. Vimos lo que lxs niñxs están pintando de su historia reciente y sus derechos. Estuvimos en la presentación del libro en la pérgola de Cherán y con jóvenes del Colegio de Bachilleres. Escuchamos a niñxs y a la mamá de Lenin cantar pirecuas. La hospitalidad que nos dieron rebasó cualquier expectativa... . Me quedo corta con este brevísimo punteo y el PDF adjunto del programa igual.
El próximo lunes toca hacer recuento de la visita durante la sesión del seminario
Gabriela Huerta Tamayo