viernes, 2 de diciembre de 2011

Hay un poema en el mundo (1986)



 Hay un poema en el mundo
(Poemario de 1986)

Por Francesca Gargallo




Para M.


I

No hay pasión profunda sin cierta crueldad.
Albert Camus







HAY UN POEMA

La fresca roja fuerza
de la bugambilia verde y espinosa aún.
La planté
               sin tener
                               tu dura presencia
ni imaginar
                  el transcurrir
                                      de las hojas
en difícil y constante compañía.

          Exagera ahora las distancias
          porque todo lo despierta
                    amar
                              desaforadamente
          sin mitologías
          confundiendo
                              intercambiando
          hasta el sexo.

Amo mis trenzas
y tus dientes pequeños.
Hay entre nosotros
          una sonrisa que dice
          ven
para engendrar una raza de locos
          gozar
                    solos
del ajetreo de nuestras voces.
Al florecer me hunde
en el vacío de tu pecho
la plenitud de tu mente
                                   me  hunde
                                   —hembra desprendida—
en el llamado de tu mano en la cocina.

             Hay entre nosotros
desayunos veraniegos
                  tardes de estudio
                  siembras.
              Silencios que prometen adioses
pétalos carmesí
que caen del árbol sembrado
              en un mar de lodo
                   y esperanza abortada.

Todo es un decir.
Hay un poema en el mundo
que no calla e invade
nuestro jardín de bugambilia.





SEPARACIÓN EN CUATRO TIEMPOS

La luz del alba nació de una hora de fragor.

Dicen que nos llamó de las colinas
de los naranjos blancos y olorosos, de las tumbas
abiertas de tierra removida.

La cama abandonada
retuvo abrazos y semen.
La ventana se hizo cuerpo
en un relámpago azul.

No hay nostalgia humana
en el sentir que duele:
la sábana llora
nuestros proyectos suspendidos.





POR VOLVER YO

Viniste por mí
cuando tu pierna era de yeso
frente a esas escaleras
de casa de a quinientos pesos
en que señoras y burócratas desahogan
sus ganas.
Donde los adolescentes estudian la vida.
Te arrastré perdiendo las muletas
en brazos
bajo la asustada mirada de una celestina gorda:
una cortina se entreabrió
a pesar de la discreción que el lugar prometía.
Parafraseando un matrimonio de película
abrí la puerta
te dejé caer en la cama
                                    me lancé sobre ti.
Me besaste.
                   Hasta el panadero supo
                                                       por lo morado de mi cuello
que había amado.
Mi fiebre te quitó la ropa
un sinnúmero de veces nos penetramos.

Tu pierna ahora está bien.
Mañana tomarás otro avión
como el que te llevó entonces
y al cual por volver yo al periódico
fuiste subido por dos robustos cargadores.





UNA REPORTERA LE DIJO

La joven actriz
mostró su capacidad erótica.
El sonidista la congratuló
y el camarógrafo
su peinadora
el maquillador el arquitecto y la costurera.
Una reportera
le dijo: mijita usted sabe que
la pasión dura seis días
es violenta feroz e hiriente
tocar el cielo con un dedo y beber la nieve.

Cuando amé sentí mío su pene
y suya mi vagina. Mis pechos
se suspendían en el aire como dardos lanzados
sentí mi vientre convertirse en un hoyo negro
en que se pierde el sentido
mis piernas capaces de atravesar el mar
mi piel no ser más que el contorno que es
pero fuerte
trazado a tinta china.
Sentía su presencia en la boca mi cuello
los pezones el ombligo
la raya de pelo que baja hasta el clítoris.
Grité y callé al amar
sonreí gemí
me reí a carcajadas
hablé canté susurré
abrí mis piernas
las cerré
lo monté me montó
rodamos besando la inmensidad infinita
de nuestros cuerpos.

El camarógrafo calló
como la joven actriz.





CUERPOS

Pequeños cajones abiertos:
pechos adolescentes.
Redes de pescar ya lanzadas
pájaros atrapados y collares.





EN CADA PERSONA AMADA
HAY UN RECUERDO DE INFANCIA

Mientras se entretejen pasiones
en cada esquina
la historia corre
imponiendo ritmos
que borran la luz al sol.
Todo gesto repite el primer amor y el último
al ser que se nos ofrece
en voraz
              absoluta
                             capitulación.

Otro barco con su destino de odio.
La noche regresa en copas de vino
para descifrar
los frutos de una muerte involuntaria
                                                      voluntaria
                                                                     obligatoria.

Cada vuelta al amor presupone un sueño de amor mayor.
Un recuerdo de infancia
que se perfila como el triunfo del bien
en un país lejano
                          vecino
                                     fundamental
                                                         sin importancia.





AÚN QUIÉN TIENE CAZUELA Y CARNE

Quien dijo
la luna es en la noche un cuchillo plateado
no tenía frío. Seguramente.
Para María
es la angustia de la noche que pasa
con la despensa vacía
Para Manuel una inútil cobija
doblada y lejana
Y para mí que no debería joder
ni darme el lujo de criticar
para mí que tengo leña en la chimenea
carne en la cazuela
y un vaso de ron en la mano
para mí es tu insoportable
ausencia.





LAS BOCAS DE AHORA

Ya no callaré tu boca
sellada por un canto que debes.
El trabajo de compañeros
caídos tras su cámara.
Retratos de realidad.
Serán gritos
retortijones estornudos diarrea
brotando de sangre reconocida.
Necesidad que se dispara a pesar mío.
Días que construyen
poesía dispareja como la vida
en la primera luz de la mañana.





CARTA AL AMIGO

Sabes que para mí el amor es mucha cosa.
Afuera el frío anda su camino
hay viejos que mueren en la misma soledad
de un niño que nace y te escribo
desde el tren para Veracruz donde hay chicos
que duermen en el piso acariciando una gallina.

El tren que va al mar no ríe como los tuyos Edoardo
está lleno de polvo y tristeza.
Para Claudia es un texto de película.
Mas el niño que miro tiene los ojos del
niño que deseo. Pego mi nariz junto a la ventanilla
y de mi ventana sigo viendo al tren que
me lleva al mar.
No hay vino en casa. Ni tequila. Ni dinero.

Mañana Edoardo partirá mi amante
y te escribo porque conociste mi amor y
guardarás el secreto. Así pierdo el hijo
que vislumbré en el tren.

Tú saldrás a recogerme
cuando caiga o titubee.
Escribo para llevarte conmigo
en el invierno que cae a gotas.

No tengo dinero
para tomar seis litros de tequila
y eres el único amigo que me queda.





ÓRDENES DESCOMUNALES

Y en el arranque del motor
arrebato tu rostro
de la corteza del olvido
muerdo labios que reaparecen
acerco mis piernas a tu sexo.

Me voy.
Recibí órdenes descomunales
          y gime mi saliva la ausencia
                      de tu semen.
Aquí estás y aquí me voy
nuevamente yo
para siempre nosotros.





OTRA VEZ EN CAMINO

La noche se hace cobija
la angustia deseo.
El zumbido del motor y
el miedo
             muerden los frenos.
Sólo el camino tiene veloz
la posibilidad
de llegar.

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II

I siciliani non vorranno mai migliorare
per la semplice ragione che credono di
essere perfetti: la loro vanitá é piú
forte della loro miseria.
Guiseppe Tomasi di Lampedusa









ADIÓS A SIRACUSA

Lo que te costó hacerte olvidar tierra mía!
Qué rabia me das
cuando cierras tu sexo al goce
vistiéndote de negro al sol
llamando  campesino al pescador
mentiroso al poeta.

Qué rabia despierta verte mentir pequeña hermana
tú que tienes la fuerza
de mandar al mundo a tomar por el culo
mas pierdes tus hijos por descuido
abollándolos en el mar
sobre el continente.

Putita y bastarda
eres tan tímida
evadiendo las iglesias
sin dar en el ojo
temblando de miedo a cada milagro.





ROMA

La pluma lenta sobre las ojeras eternas
subraya la arruga naciente
y sonríe de un primer grado de miopía
como si fueran tratados sobre el método
y el frenesí.
Estúpidas lujurias engloban la noche
y el tedio sorbe
en el vaso de cualquiera.





MITHISTORIA

Un instante y el amor se lanzó
tras de mí para matarme
el poco tiempo que falta y cubrirme
la única luz que permanece y me broncea.
Que negra sea mi piel
y los ojos y el pelo
y los pies desnudos sigan
pisando la arena seca
la tierra blanca polvo que
se levanta con el viento los pasos
el movimiento.
Veinticuatro horas treintiséis cuarentaiocho
así se cuenta un día
un día y medio dos
para acercarse
a la eternidad de las horas sin fluir
como ríos en una fotografía
y acortar el purgatorio de mil años
la distancia de la Historia
de los días pasados en bancos de escuela
recordándole a la maestra que César
ganó las Galias y encontró
a los belgas feroces prontos para el silencio
mientras en Alesia la libertad
alistaba un bárbaro rubio
al sacrificio.
Veinticuatro horas una vez más
para dar una última vuelta a la tierra
y revolcar la historia en el tiempo lento
del monótono amor
epiléptica manía sentimental
que religiosamente perpetuamos
en nuestras visceras mejores.
Veinticuatro horas de sol y las notas
del arpa que se ha roto
cuando Apolo se durmió
sobre su carro de oro abandonando
las riendas al tiempo a los caballos
al destino.





COYOACÁN

Toda la historia en una lluvia.
Mil años en cada gota y la plaza
vacía: no siento mis pasos
y se rompen los geranios
entre las gotas de la tarde violenta
por la antigua exhuberante
tempestad que complica
las trenzas coloridas de la historia.

La lluvia continúa avanza
sobre los árboles y la negra piedra
del volcán.

Temblorosa en los geranios de la plaza
se entreteje una guerra muda.





MIS AMIGOS

                                          A Saúl Ibargoyen
                                          y Enriqueta Chaigneau

Mis amigos son sin necesidad de adornos.
Me acogen en su dicha.
piden que ahuyente su soledad
y respetan la transparencia de mis recuerdos.
Mis amigos son una trihu que regala siis frutos
y habla de amor
para acercar nuestros brazos al futuro
y entregarle trabajo a una pasión.
Mis amigos instruyen caracolas
así la verdad llega al oído de mi isla sagrada
y las secretas costas de todos los mares
por medio de una generosa flor de cal.
Su vida en mi vida es un paso más
una brazada de navegante que hiere la noche
plateada de estaciones benignas
y lleva a cualquier tierra la libertad del mar.





SUBIRAS LOS PELDAÑOS

                                           A Edoardo Ventimiglia

Regresa al mar corre hacia
su costa mi casa tu casa nuestra tierra:
hace frío en diciembre y Sicilia canta de gusto
al viento que mueve sus naranjos.

En mi casa blanca subirás los peldaños
para entrar en la chimenea que juega
con las sombras del invierno
y sonreiremos pensando en el mar estival
en esos días lejanos en que la perra
nos salvaba cada vez que el mar
me poseía en nuestros primeros amores
en tus ojos morenos sobre mi piel quinceañera.

Ten hijos si puedes para que un día conozcan
por tu boca la posibilidad de tener amigos
y por tu vida la importancia de la entrega.
Ten hijos para que sepan que fuiste mi amigo
en la mirada picara de la adolescencia
mi amigo en las decisiones de la juventud
en la vida en las casas los sueños la militancia.

Y mientras los tienes mientras los creces cuando se hayan ido
llega a mi casa llega a tu mar
al jardín de los dioses la cuna de Venus
a tu tierra que llevamos en los ojos
a esa Sicilia árida negra malvada
llega para decirle que sus azahares son toda la historia
y la voluptuosidad de un abril que esperamos.

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