jueves, 27 de enero de 2011

Puno!

                                                          Dejando el Cusco de madrugada




                             En el bus que sube de Cuzco a Puno: no podía decirse que faltaban cotorras.




               Preparándose para tocar y bailar el 2 de febrero en la gran fiesta de la Virgen de La Candelaria


                                     En la bahía cerrada que da acceso al gran Titicaca en Puno















                                                                       Totora












En Los Uros: pequeñas islas artificiales construidas por los hombres y mujeres del agua (eso significa Uros en Aymará) con totora. La historia oral asevera que los Uros fueron construidos por los pueblos ribereños que no quisieron caer en manos del imperio incaico y que se retiraron a vivir de la totora y la recolección de huevos (hay cientos de pájaros que anidan en la totora) en el lago.






                              Nuestra amiguita Melanie, que canta, juega y conversa con mucha sabiduría.



Alrededor del gran Tititcaca, hacia el noroeste se extiende una enorme llanura, o Pampa del Qollao, donde hay desde cultivos de papa, maíz, trigo, alfalfa para las vacas lecheras (¡qué quesos frescos!), hasta zonas lacustres donde bandas de flamencos rosas sólo se alzan en vuelo si Helena los persigue.

Esta pampa de altura era el centro irradiador de la cultura Qolla antes de la llegada de los inkas. Aquí, en el Atunqolla, su mayor dirigente introdujo en el siglo XIII el pastoreo de llamas y alpacas para transporte, carne y lana .






En la península de la laguna Umayo, a unos 34 kilómetros de Puno, los Qollas (cuya cultura floreció entre 1200 y 1450 d.e.c.) erigieron este lugar de descanso. Sillustani, en efecto, significa descanso en aymara, y en él se erigieron estas chullpas o tumbas colectivas. Son torreones circulares de piedra levantados para albergar los restos mortales de las principales autoridades, mujeres y hombres, del Qollao. Algunas alcanzan 12 metros de altura y se caracterizan por que su base es menor que la parte superior.








                                         Una chullpa de Sillustani de época inkaika. Siglo XVI.
Cuando los inkas invadieron el Qollao, utilizaron sus mismos lugares sagrados y de descanso para construir sus tumbas. No profanaron las antiguas, sino que a su lado construyeron las de sus dirigentes con su pulida técnica de piedra cortada.
























                                Una alpaca pastando entre los monumentos funerarios de Sillustani












                                                        Helena ante la laguna de Umayo