jueves, 7 de octubre de 2010

PURA VIDA

Un consejo para sobrevivir a Centroamérica: toménse al final del viaje una semanita de vacaciones en la costa atlántica de Costa Rica.
Parece Belice, pero es más grande y la selva es más alta. Verde, verde, verde. Los buses llegan a tiempo, no hay que comer necesaria y repetitivamente grasa frita como en el resto de Centroamérica so pena de ofender a las amigas que veneran, cual si fuera el dios de la libertad, el exceso de carbohidratos y los hotelitos son baratos, silenciosos, no pretenciosos y limpios.
Pura vida.
La bicicleta se rentan.
La bicicletas se pedalean, los kayaks se reman, la madre mar se nada, las playas se recorren: nadie te obligará a estar sentada a fuerza para demostrar que estás de vacaciones.
Aquí no es pecado hacer deporte.
Aquí no es pecado reirte fuerte.
Ni caminar. Ni leer. Ni broncearte. Nadie te dará consejos con voz de preocupación (o de fin de mundo, o de próximo cáncer de la piel, o de que te ves tan cansada que seguramente no te sientes bien....) para arruinarte el placer de hacerlo. Nadie te hablará si tú no tienes ganas de que te hable.
La gente sonríe, es políticamente empeñada en la defensa de los ríos contra las represas hidroeléctricas, en la defensa del aire, de los bosques, de lo que significan para las culturas nativas, en particular la Bri Bri que se ha organizado en la lucha contra la minería a cielo abierto. Como en Wirikuta, como en todos los lugares sagrados de pueblos que caminan para defender el derecho a la vida de todos los seres vivos.
Claro, todas las ticas y los ticos se lamentan de lo mucho que han perdido con el TLC y las políticas neoliberales. La escuela ha empeorado y el servicio médico. Aquí como en Italia, en Canadá y en Grecia. Costa Rica no está a salvo de los intentos de privatizar el agua, el aire y el cielo, con su relativo encarecimiento, pero sus habitantes intentan resistir. De repente hasta tienen un diputado honesto que logra, si no parar, por lo menos retrasar un año el TLC, como en efecto sucedió.
Ahora el problema es la excusa universal que esgrime la presidenta Chichilla para atraer a la tropas y los marines gringos: el narcotráfico. Nadie cree en él, o a nadie le preocupa el narco, pero sí que políticas internacionales de reducción de libertades locales se escudan tras él. Los fantasmas de Colombia y de México asustan.
Todo mundo nos pregunta porqué en México los indios se matan entre sí. Sic y más sic: eso es lo que se ve de México en el mundo, un montón de indígenas (sic, sic, sic) disparándose unos a otros.
Pues si, la historia de la UBISORT aquí se lee de otra manera que la de quien sabe que la UBISORT fue fundada por el partido de gobierno. Pero la UBISORT la conforman triquis así como son triquis los del MULT y el MULTI. Indios disparando sobre indios.
Luego nos preguntan por las masacres de indocumentados.
Por los asesinatos de sicarios.
Por las muertes de las personas que deambulan por la calle.
El fantasma de México es el que hace BUUUUUU a los que le temen a la narcotización de la política y el ejército.
En Cosra Rica nos hemos topado con que en los pueblos se organizan partidos cantonales de gente interesada en la solución de un problema común; juntos se enfrentan y a veces ganan las políticas y los cargos municipales: para algunos lugares es más importante lograr parar una minera canadiense o una compañía eléctrica francesa que llenarse la boca de ideas socialistas.
Los pueblos de Costa Rica se mezclan. Si en el norte sus lenguas todavía pertenecen al grupo yuto-azteca en el sur son del grupo chibcha. Las mujeres hoy no son ni sacerdotisas ni curanderas, pero la cultura Bri Bri es matrilinear y matrifocal y algunas mujeres se preguntan si no dejaron de ser curanderas con la conquista, cuando los españoles enseñaron a los hombres a odiar a las mujeres.
La cámara de Helena se ha descompuesto, tendremos que llegar a Panamá para repararla. Ella llora por las bellezas que nos perdemos de retratar.
Mañana subiremos a una feria ritual del pueblo Bri Bri, por las montañas de Talamanca. Quizá descubriremos como subir videos al blog. Quién sabe.
He descubierto unas ensaladas tan ricas..... Y Helena un brownie que vale la pena paladear con un buen café al volver de la playa.... ¿al caer el sol? Por Puerto Viejo se lavantan los tambores. Agradezco a la vida que Jessica en Honduras me haya prestado Los hijos de Anansi de Gaiman: una novela esplédida que había que leer aquí. Si, son los cuentos los que han hecho el mundo.

Nicaragua, Nicaraguita

NICARAGUITA Chooocho
Positivo:
Se puede beber agua de la llave
La casa de los hermanitos Mejía Godoy sigue estando donde siempre estuvo

El campo ha vuelto a producir y ser habitado gracias a apoyos estatales. Se ha reducido la inmigración interna hacia las zonas marginales de las ciudades mayores. Nicaragua vuelve a ser el granero de América Central.

Ha disminuido el saqueo de los bienes naturales
Negativo
Daniel Ortega
El cartel de Daniel Ortega, que se cree el continuador de Darío y Sandino, en el que afirma que Nicaragua es “cristiana, socialista y solidaria”. La palabra "cristiana" en boca de un gobernante me da más asco que en boca de un cura.
Lo bello
El país, la gente, los flamboyanes
Lo feo
El machismo que le permite a Daniel Ortega hacer que su hijastra tuviera en dos ocasiones que retirar la denuncia contra él por haberla violado durante 8 años; que le permite a los padres de familia violar a sus hijas, golpear a sus esposas, tener la bendición del cura y del gobernante.
El machismo de la iglesia católica que ha llevado a que Nicaragua viole los derechos humanos al prohibir el aborto en todas sus formas y por cualquier motivo. En pocas palabras: no hay remedio a un embarazo ectópico, tendrás que morir con los ovarios reventados.
 El machismo de estado que hace que la violencia intrafamiliar y la violencia feminicida, como en toda Mesoamérica, no sean investigadas.
Lo triste
Mirar la belleza de los rostros y saber que tuvieron una esperanza. Una esperanza revolucionaria, un sueño donde toda la gente es digna, una voluntad de construir un mundo mejor para la señora del vigorón y la de las aguas heladas, la niña poeta, el soldado. Una esperanza, un sueño y una voluntad que iniciaron a construir la alegría revolucionaria. Que el imperialismo mató, junto con cientos de miles de jóvenes nicaragüenses en camisa verde, jovencitos de 18 años que partían por el servicio de leva. Pinches gringos, pinches gringos, pinches gringos… Hace 4 días Hillary Clinton, con la cara compungida de alguien que debe demostrar arrepentimiento, no reconoció que Estados Unidos preparó, financió, fomentó y organizó el golpe de Estado contra el presidente Árbenz en Guatemala en 1954, sino que Estados Unidos para llevar a cabo sus propias investigaciones inoculó desde la década de 1940 la infección de sífilis entre los pueblos indígenas en Guatemala.
Nicaragua todavía está triste.  
Por lo menos, que los gobiernos neoliberales apoyados por Estados Unidos tuvieran el poder durante 16 años (1990-2006), puso fin a la guerra de masacre que éstos sostenían contra las y los nicaragüense desde allende las fronteras con Honduras y Costa Rica.
Los neoliberales saquearon el país que habían ganado en las urnas mediante un jueguito que se conoce toda América latina (si no votas por mí te vas a morir de hambre, si no votas por mí no vas a tener televisión idiotizante, si no votas por mí nunca podrás comprarte 40 pares de zapatos -aunque tengas los pies descalzos ahora-, si no votas por mí no tendrás trabajo, si no votas por mí los comunistas se van a llevar a tus hijos a Cuba -a lo mejor para estudiar medicina o ser curado, ah, eso sí que no lo dicen).
Saquearon al país, lo volvieron a perder en las urnas. Contra ellos cayó un voto desesperado, rabioso, de manera que la gente votó contra el neoliberalismo olvidando exigir a quien iban a elegir que los diferentes sectores de la población tuvieran formas de expresar sus deseos, proyectos y necesidades (por ejemplo, las mujeres, leyes que les den su lugar en la sociedad).

En Nicaragua es triste ver en qué se ha convertido la esperanza revolucionaria.
Nos queda el consuelo que al no haberse aferrado al poder, los sandinistas reconocieron en 1990 su derrota electoral y le ahorraron al pueblo 40 años de masacres como las que le sucedieron al derrocamiento de Arbenz en Guatemala.
Muy triste es hoy ver a los carteles con la cara abotagada de Daniel Ortega, asqueroso estalinito bananero.
Caro
Es caro entrar y salir de Nicaragua. 10 dólares entrar, 3 salir, aún por tierra.